Una adecuada estrategia de precios puede potenciar las ventas. En este artículo aprende sobre ellas y cual se adapta a tu negocio.
Todos los productos que vemos en el supermercado, en las tiendas o en la web tienen un costo de producción. Esto suena un poco obvio pero el valor final que pagamos tiene un porqué detrás.
El costo de producción de un producto depende de muchos factores, por ejemplo, los materiales, la mano de obra y a veces, lo que cuesta el marketing para promocionar ese producto.
Por esta razón, para que tu empresa sea competitiva, no es viable vender el producto al precio del costo de producción. Hay que fijar un valor que sea competitivo, que retorne la inversión inicial y que deje un margen de ganancia para tu negocio. De ahí la importancia de tener una clara estrategia para fijar precios.
Una estrategia de precios es la forma cómo una empresa establece y ajusta los precios de sus productos y servicios. Es ese valor adicional que adicionamos luego de determinar el costo de producción de un producto.
Una estrategia de precios tiene en cuenta diferentes dimensiones cómo las ganancias, el comportamiento del consumidor y la sostenibilidad del negocio.
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La estrategia de precios se establece a partir de varios aspectos del negocio como las metas de ingresos que se pone la empresa, los objetivos de ventas, a quién va dirigido el producto o servicio que vendemos, la posición de la marca en el mercado y los atributos del producto. Además, tiene en cuenta factores externos como la demanda, los precios de la competencia y en general diferentes variables del mercado.
Herramientas cómo Plink, por ejemplo, te permiten mnitoriear el comportamiento de las ventas además de asignarle categorías. Si quieres conocer más sobre estas funciones y muchas más, ingresa aquí.
Existen diferentes modelos para crear una estrategia de precios, a continuación te explicamos más sobre los más usados.
La estrategia costo más precio es la forma más sencilla de determinar el precio final de un producto o servicio.
Se trata de agregar un porcentaje al costo de producción y venderlo por ese valor final.
Es herramienta usada a la hora de determinar el precio de un producto, pues ya se tienen en cuenta factores cómo el valor de la materia prima o la mano de obra. Hay que tener en cuenta que este método deja dimensiones importantes cómo el valor de mercado de productos similares, entre otros, por fuera, lo que puede hacer que no se venda un producto o servicio a un costo óptimo.
Esta estrategia consiste en un análisis de mercado o benchmark de los precios de la competencia y conscientemente reducir el precio final de nuestro producto o servicio.
Es común usar esta forma de fijar precios en mercados con mucha competencia y donde el precio es el único valor diferenciador entre un producto u otro. Es recomendable usar esta estrategia cuando se posiciona un producto o servicio nuevo, pero puede ser difícil de sostener a largo plazo pues impacta directamente en os márgenes de ganancia.
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Esta estrategia apela al valor que los clientes asignan a nuestro producto o servicio. Se presta especial atención a los deseos y necesidades de nuestro público objetivo y en cuánto están dispuestos a pagar para obtenerlo.
Esta estrategia de precios es aplicada principalmente por marcas de lujo, líderes de mercado o empresas que ofrecen experiencias únicas, con pocos o ningún competidor.
Esta estrategia, similar a la anterior, juega con la percepción del consumidor respecto al producto o servicio que adquieren. Por ejemplo, se asume que un producto es de mayor calidad si tiene un precio más alto que otro similar con un costo más bajo. Sabemos que esto no es necesariamente cierto, pero ahí es donde destaca la parte “psicológica” de esta estrategia.
Los precios no redondeados también hacen son parte de este método. Por ejemplo, si una camiseta vale $39.999, asociamos que su precio es más cercano a los $30.000 y no a los $40.000
Esta estrategia se caracteriza por una reducción gradual del precio de un producto o servicio. Inicialmente, la empresa cobra el precio más alto posible, pero con el paso del tiempo, el valor inicial disminuye.
Esta estrategia es usada por empresas de productos tecnológicos o tiendas de ropa que cambian sus colecciones.
Estas son solo algunas de las estrategias para fijar los precios o servicios de tu empresa, existen muchas más y es importante que identifiques la que mejor se adapta a tu negocio.
Fuentes:
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